La mujer puede con más y con lo que echen. Desde que se rompieron las cadenas de la opresión social la mujer puede trabajar, llevar una vida social activa, ser soltera, madre soltera y mucho más. TODO. Mujer, tú eres una supermujer, una supermamá.
Pero mujer, escucha bien porque es una trampa. Quien te dice que eres capaz de todas esas cosas es la misma sociedad machista que te juzga si te violan, que no se meten en eso de que tu salario es inferior y que ignora tus señales de alerta frente a un agresor.
Lo siento mujer, pero no eres una supermujer. Eres fuerte, sí; eres capaz, también... pero eres indefectiblemente humana y tienes tus límites. Unos límites que la sociedad parece querer forzar al máximo para ver hsta dónde aguantas. Mujer, eres humana. Y tienes derecho a derrumbarte, a decir “no puedo con toda esta carga de libertades que estáis asignando”. Lo moderno no es llevar una carrera laboral exitosa, una casa, una familia, unas amistades y las extra escolares de tus hijos monoparentales. No mujer. Eso es todo lo contrario. Mientras a vosotras se os ha asignado las responsabilidades que antaño tenían los hombres, estos no han asumido de la misma manera las que antaño teníais vosotras.
Ser libre, mujer, no es cargarte de responsabilidades. Eso es ser más esclava aún. Ser libre consiste en dar tu opinión cuando quieras, en vestir sin ser juzgada, en querer adaptarte o no a los cánones de belleza, a que no llamen feminazi por buscar la igualdad, a ser comorendida y respetada por tus dolores menstruales...
Recuerda mujer, tan sólo eres humana.